Metacognición
El punto de partida en un proceso de
instrucción es la planeación, entendida como el principio de la práctica, pretende
determinar las actividades pedagógicas más convenientes en el desarrollo de
habilidades en los procesos de enseñanza aprendizaje. De hecho, la planeación
debe abordarse como una práctica científica y social, a partir del proceso
reflexivo que le permita el mejoramiento continuo en una comunidad de
aprendizaje. Esto constituye desde los diálogos del saber pedagógico, reelaborar
el discurso del docente y encontrar nuevas maneras de abordar las problemáticas
entre pares, a partir de supuestos y teorías educativas.
Se considera que ciertos recursos y
actividades tienen un carácter metacognitivo cuando inciden en los
conocimientos del propio conocimiento en la determinación de los presaberes y
la autorregulación cognitiva desde la propia comprensión del proceso de
aprendizaje en búsqueda de su perfeccionamiento continuo. De acuerdo a Flavell
(como se citó en Fourés, 2011), la metacognición le da las herramientas al
individuo para la toma de conciencia de su propia persona y considere las
estrategias más apropiadas para lograr el desarrollo de sus capacidades.
De esta forma, el concepto de metacognición
puede ser asumido como un concepto estructurador de la didáctica. Entendido
desde la reflexión, la toma de conciencia y la evaluación. Solo cuando el
docente es capaz de releer su práctica pedagógica, es cuando se generan
verdaderos procesos metacogntivos. Según Freire (citado en Fourés, 2011), la
reflexión se convierte en un instrumento crucial para mirar de una manera
crítica y tomar conciencia desde el quehacer docente.
Uno de las mayores dificultades para los
docentes, es relacionar la teoría con la práctica, que puede ser superado en la
medida que reconozcan sus propias estrategias de conocimiento y las utilicen
para realizar la planeación. La planificación es la base de toda instrucción y
es la mejor herramienta para reflexionar y evaluar el ejercicio docente que lo
conduzca a transformar su quehacer pedagógico.
De acuerdo a Puebla y Talma (2012), la
metacognición es una de las bases para desarrollar habilidades de pensamiento,
autorregulación y preparar al individuo para aprender a aprender durante toda
la vida. Esto implica, conocer nuestras características como aprendices,
desplegar las estrategias congnitivas,
seleccionar los recursos apropiados y transferir las capacidades al
ejercicio formativo.
El éxito del docente se dará, en la medida
que pueda reflexionar y adaptarse a las situaciones del día a día. El aporte de
la metacognición se evidencia en los procesos comunicativos que puedan
generarse, para lograr el conocimiento de sus estudiantes y sus necesidades.
Sin embargo, si los docentes no han vivenciado un buen nivel de metacognición
en su proceso formativo, difícilmente podrán replicarlo con sus estudiantes
(Puebla y Talma, 2012).
Según Campanario (2009), existen estrategias metacognitivas dirigidas a los docentes que demuestran efectividad al seguir algunas consideraciones pedagógicas:
- Desde el comienzo se debe dar a conocer los objetivos del proceso formativo. Al presentar a los estudiantes los resultados de los aprendizajes esperados, se puede orientar la evaluación de manera adecuada desde el inicio de un tema o unidad. También es importante presentar los objetivos que se persiguen con las actividades para que el estudiante pueda conocer que se espera en su desempeño.
- Insistir en el componente
problémico del conocimiento, hace necesario plantear problemas conceptuales que
requieran soluciones mediante contenidos. También, se puede proponer problemas
cotidianos a partir de preguntas que requieran captar la atención y generar
conciencia desde la motivación.
- Aplicación de
conocimientos científicos a la realidad, requiere un papel más activo del
estudiante al emplear los conceptos y principios a la realidad inmediata. Esto favorece manera
positiva generando actitudes favorables hacia las diferentes disciplinas
científicas.
- Conocer la historia de las
ciencias es una temática importante para analizar la resistencia a los nuevos
descubrimientos a través del tiempo, para alcanzar la aceptación y validación
de nuevas teorías. Además, como el error ha estado presente a lo largo de la historia. Esto les permitirá
no creer en verdades absolutas y reconocer que debemos adaptarnos a nuevos
descubrimientos.
- Desarrollo de enfoques
multidisciplinarios, debe estar relacionado con las diferentes disciplinas
científicas y la existencia de temas
transversales que permitan implicar otros saberes del conocimiento. Alcanzar
una verdadera transferencia de conocimiento, requiere establecer relaciones
entre los diferentes saberes.
- La evaluación como
instrumento metacognitivo, parte desde la valoración de los presaberes a través
de una prueba diagnóstica como punto de partida. Además, la evaluación como un
proceso de valoración permanente en la estimación de los aprendizajes
alcanzados. También, se involucra la autoevaluación como la mirada propia en la
determinación de nivel de comprensión al contrastar con las rúbricas.
- Apuntan a realizar
predicciones, observar fenómenos y explicar resultados; es así como aprenden de
sus propias concepciones y experiencias. De esta manera, toman conciencia de
su proceso metacognitivo.
- Mapas conceptuales que
fomentan la capacidad para identificar relaciones entre conceptos al sintetizar
la información. Estas relaciones se establecen mediante enlaces y requieren una
organización jerárquica. Según Novak y Gowin (citado en Campanario, 2009), los
mapas favorecen los procesos metacogntivos porque apuntan a desarrollar el
pensamiento creativo al establecer relaciones entre conceptos.
- El diagrama V, es una
técnica heurística que admite ilustrar elementos conceptuales y relacionarlos
con los componentes metodológicos en
simulaciones de prácticas experimentales. Su potencial se encuentra en el
proceso de creación e interpretación del conocimiento.
-
El uso de bibliografía debe orientarse desde el trabajo con lecturas
informativas para prepararse en el tipo de documentos propios de las
disciplinas científicas. Es importante estudiar la manera de analizarlas y
procesarlas para lograr su comprensión.
-
Resolución de problemas como pequeñas investigaciones, pretende buscar que la
solución de problemas se transforme en un proceso de investigación donde se
realice un proceso de planteamiento y análisis, elaboración y contraste de
módulos.
-
Elaboración de un diario para recopilar las experiencias realizadas en clase,
dificultades en los experimentos, procesos de cambio conceptual e intercambio
de reflexiones en los debates. También se incluye la autoevaluación como un
insumo de reflexión.
-
Empleo de autocuestionarios para fomentar la comprensión lectora y determinar
niveles de lectura. A partir de un protocolo de control, el estudiante
contrasta lo que ha aprendido.
-
Empleo de preguntas por parte de los alumnos para determinar los conceptos más
relevantes de un texto, así como el nivel de comprensión. Los estudiantes son
quienes formulan las preguntas que responderán sus propios compañeros. Este
proceso les obliga a desplegar procesos de sistematización de conocimientos.
Referencias
Campanario, M. (2009). El desarrollo de la metacognición en el
aprendizaje de las ciencias: estrategias para el profesor y actividades
orientadas al alumno. Colección
Digital Eudoxus, (8).
Fourés, C. I. (2011). Reflexión docente y metacognición. Una mirada
sobre la formación de formadores. Zona
próxima, (14).
Puebla, R. y Talma, M. (1912). Metacognición en la formación inicial de
los educadores. Revista
Iberoamericana de Educación, (59/2).
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